Usted tiene la culpa.
Vivimos en un país sin dolientes, un país de avaros y negligentes, un país hermoso, lleno de buenas intenciones pero pocas acciones, por eso Bolívar pensaba que cada colombiano era un país enemigo. Usted se queja de la corrupción, pero para vender seguros, planes de televisión, telefonía o planes en cooperativas omite información para persuadir a su cliente. Sí, el país es corrupto porque usted lo es, si hasta cuando participa en concursos de redes sociales, le cuesta acatar las reglas y pelea y hace pataleta pese a saber que no tiene la razón. Todo porque cada colombiano quiere y cree ser la excepción a la regla. Usted se queja cuando su equipo de fútbol llega a la final y la boletería se agota en mano de revendedores, pero no duda en participar en concursos para revender una boleta a un espectáculo del cuál no se siente cercano. Sí, el país es desigual por su egoísmo. A los promotores de cultura que cobran el derecho de piso de artistas, llámense bailarines, escritores, cuenteros