¿Para quién escriben los periodistas culturales?

Leyendo por ahí me encontré la frase con la que título, y ante la curiosa pregunta aquí van mis posibles respuestas con su debida justificación.

Supongo que para aquellos que piensan que la tauromaquia es nuestra cultura, para hacerles entender que la tauromaquia era una forma de la nobleza española probar su valía ante la corona ibérica, pero que se hacía a caballo en lo que hoy se conoce como el rejoneo, y que más tarde el pueblo, la chusma siempre envidiosa lo hizo a pie para igualarse a la nobleza, o sea que aquel que ve la tauromaquia, la mayoría ganaderos con ínfulas de terratenientes ven el acto cultural de chusma y en mi opinión para una chusma intelectual capaz de divertirse al ver torturar y matar a un animal.

Quizás también para aquellas personas que insisten que la única literatura o que la única producción cinematográfica del país está dedicada a la violencia, las putas y el narcotráfico, pues es un error garrafal, ya que el cine nacional es humorístico y que películas como La estrategia del caracol, El carro, Golpe de estadio, Pena máxima, mi abuelo mi papá y yo, Bolívar soy yo, Como el gato y el ratón, las cartas del gordo, entre otras tantas recalcan ese espíritu alegre que tenemos los colombianos, ese hiperbolismo de la realidad, esa verosimilidad con la que afrontamos la vida.

Puedo suponer también que el periodista cultural escribe para que nos deje de parecer “mañe” o “ignorante” el padre o la madre que a su hijo le pone una manillita para evitar el mal de ojo, o las misas de aperturas para las abuelas porque están “cerradas” o que el ajiaco sabe mejor con cuchara de palo, o que en los estadios se matan los hinchas por una pasión mientras nuestros indígenas en un juego llamado moma se mataban por diversión después de intoxicarse con alcohol, que ningún deportista, escritor o profesional sea completamente constante o que Bolívar pensará que su muerte contribuiría la nación como años después quizás lo pensó garzón.

Y como no se pueden dejar por fuera posturas y teorías validadas, quizás el periodista cultural escribe porque como Ortega y Gasset sueña con medios para culturizar, o quizá como acto circense escriba para mofarse de las realidades y siendo aún mucho más egoísta el periodista cultural escribe para quien desee leerlo, pues es irrelevante ya que se escribe sólo por el placer de escribir, es decir, para él.