El fino arte de Desesperar

Pocas personas en el mundo conocen bien el arte de colmar la paciencia de las demás personas, ojo me refiero al acto concienzudo de hacer que las personas pierdan por completo la cordura y por ende no caben aquí los lloriqueos de un bebe, los mil ¿por qué? de un niño y otrossimilares, hablo de la decisión de una persona facultada mentalmente, que valga la redundancia, ha tomado la decisión de hacer de nuestra hora, día o semana un nudo anzuelos.

Por ejemplo y para por fin entrar en materia hablo de esas llamadas que hacen una semana interminable y comienzan tan sólo con un: mi amor tengo un retraso, cinco palabras que puede convertir tu semana en años, durante esa semana usted podría pensar más de lo que lo ha hecho en toda su vida, tanto el hecho, como el pensar, ahora la mujer perfectamente podría omitir esa información y dártela a conocer cuando sea estrictamente necesario y con esto me refiero a un tiempo prudencial, al menos una semana y media, pues esas cinco palabras mencionadas anteriormente termina y para bien en: hay no pero es que a mí nunca se me había demorado dos días en venir; situación paradójica para el ser más impuntual del mundo.

Otra de esas frases es: dame un momento ya te atiendo, quiero ser enfático en el uso de dicha oración y es que cuando es utilizada con el fin de desesperar no se requiere ese minuto para atenderte; esa frase es razonable si por ejemplo quien la dice tiene una caja en las manos, un arrume de hojas (informes, trabajos), pero en algunas ocasiones quien las dice lo único que tiene que hacer antes de atenderte es desesperarte hablando con sus amigas al teléfono, ignorándote, pensando en si la marrana puso o esperar a que sea hora de almuerzo para dejarte esperando más y más.

Para finalizar he de poner acá la que recientemente he escuchado más y es gracias a: nosotros te llamamos y te estamos definiendo hoy o mañana, como estudiante de decimo semestre y es en éste momento cuando un universitario realiza su práctica académica, por lo cual debe presentar entrevistas para los llamados procesos de selección, procesos que en algunos casos se realizan sólo para cumplir la norma pues la vacante ya tiene el nombre de un aspirante, pero eso es otro tema, volviendo a lo que hoy nos compete en dichos procesos las entrevistas o pruebas sicotécnicas suelen terminar con la frase mencionada anteriormente.

Y aunque espero no saber la razón me he puesto en su lugar, las veces que he tenido que elegir algo o alguien, lo he hecho bajo las mismas expectativas pensando siempre qué es mejor para mí y qué no, y rápido se toma la decisión, jugando fútbol así: Iván, él sabe tapar y al resto no nos gusta, Shariff arriba, Thomas defiende conmigo y Freddy que juegue arriba también, sencillo juega el que sabe jugar,otro ejemplo sería ¿Coca-Cola o tinto? , ¿Tinto con este calor? No dame una Coca-Cola.

Insisto con estos ejemplos que las decisiones son sencillas ya sea por virtud o su ausencia, es por eso que el fino arte de desesperar es una decisión facultada de una persona a la que quizás siempre le ha tocado esperar y ahora quiere hacer pagar a alguien, o un gurú de alguna extraña religión que busca ejercitar la paciencia del colectivo para un mundo mejor o quizás y sólo quizás te encuentres ante un verdadero maestro en el refinado arte de la desesperación, un verdadero descendiente en primer grado de una cortesana de dudosa reputación.