Se nos perdió el manual

La pésima costumbre de no leer manuales terminó por convertirse en una pena invivible para los hombres, no sólo se evidencia en carpas mal armadas, mesas flojas, o piezas sobrantes; ojalá fuera tan simple.

Hace miles y miles de años, dios demostró ser un ser asexuado y un tanto elevadizo, pues junto con Eva debió haber entregado un manual. Aunque confiando en su gran poder digamos que el güevon fue Adán, quien por una costilla recibió el premio mas maravillosamente complejo y junto con ella un manual con alrededor de cinco mil páginas, donde se explica el raro y excéntrico comportamiento de las mujeres.

Si bien soy consciente que yo tampoco leería texto tan ladrilludo como debió haber sido aquel, debió primero haber buscado un resumen en monografías.com, el rincondelvago.com o en el pasaje la bastilla, porque de ser así la vida sería un tanto más fácil, algunos de mis capítulos favoritos serían: que significa el no, cómo y cuándo conceptualizarlo, gesticulación básica para no caer en el error, las emociones y el periodo y porque se finge un orgasmo.

Éste manual de aun existir sería más que un best seller, es más, ni siquiera la biblia alcanzaría tal nivel de copias impresas. Las feministas no existirían pues con todos sus secretos develados no tendrían más que admitir que son complicadas.

Nosotros los hombres tendríamos al fin un arma de defensa, o mejor de evasión, sabríamos cuando huir y nuestro periodo de vida se vería alargado, puedo imaginar a los abuelos narrando a manera de historia como el manual le salvo su vida en más de una ocasión.

Su actualización requeriría de una academia de la real locura feminizada, donde por supuesto no habría ninguna de ellas, pues su inclusión no solo terminaría volviendo cuasi imposible la selección de las reglas que deberían o no publicarse si no que también terminarían por cambiar la decoración y dejar o eliminar dicho texto.

Otro gran problema sería lo que ocurriría si alguna mujer lee dicho manual, esto debido a que las mujeres no deben enterarse de todo, por ejemplo así como no se dice ¡mira que bebe tan feo! Tampoco se le dice a una mujer que no nos gusta como esta vestida, o que no sabemos para qué tardo cerca de dos horas arreglándose si se ve igual. Por todo esto y más éste manual estría ligado al silencio, a la tradición oral o las sociedades secretas.

Si Adán hubiera sido más afable con su descendencia probablemente podríamos ser más felices, pero no, aquel mamotreto debe estar cuñando una puerta en el paraíso o siendo utilizado como escalera por seres gloriosos para alcanzar manzanas, tal y como lo utilizo su ultimo poseedor.

Quizás dicho manual eliminaría la distancia idiomática entre venusinas y marcianos, es decir, al fin entenderíamos a las mujeres, no mas malentendidos, no mas discusiones y por ende no mas diversión, y si bien lamento no haber conocido dicho texto, que feliz estoy de que Adán haya utilizado por obra y gracia de la manipulación femenina por escalera un manual para alcanzar una manzana y regalarle así a su descendencia la zozobra, la duda y la incomprensión que tanta adrenalina y emoción le brinda al cortejo, al sexo y al amor.

Comentarios

  1. Excelente vision del paraiso, no podria describir mejor esta situacion femenina.

    Ademas que seria de nosotros sin las injurias de las mujeres???

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  2. mmm algo así como un juego sin monstruos XD

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  3. que buen apunte... pero sería la vida muy plana de existir ese manual!!!

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  4. Esta muy Buena,,, bien te felicito mi pequeño Padawan...jejej

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